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LA GUADUA ENTRE LOS QUIMBAYAS


La importancia de la guadua en la vida de los aborígenes que poblaron lo que hoy son los territorios del Antiguo Caldas y las regiones vecinas no ofrece dudas, como tampoco el extenso uso que tuvo ese bambú en otras áreas de Colombia y de América. Sobre su gran abundancia en la zona de este estudio, las narraciones de los cronistas que vinieron con los conquistadores españoles dicen que hubo.

Muy grandes y espesos cañaverales, tanto, que no se puede andar por ellos si no es con gran trabajo, porque toda esta provincia y sus ríos están llenos de estos cañaverales. En ninguna parte de las Indias no he visto ni oído adonde haya tanta multitud de cañas como en ella.

Los cronistas de Indias que vinieron con los conquistadores las describieron así:

Estas guaduas son muy gruesas cañas, huecas y altas sobre seis estados, de que rodean mucho sus cabañas... Tal planta es que nunca lleva fruto ni de viciosa hoja se cobija, sino ramo de puntas mal instruto...son cañas altas, huecas, pero duras, tanto que no tendré por gran exceso comparallas en estas escrituras a la dureza del humano hueso: largos cañutos son sus coyunturas, como muslo de un hombre lo más grueso.

De guadua se construyeron puentes, escaleras, balsas, recipientes para líquidos, conducciones de agua, armas, postes ceremoniales, jaulas para prisioneros, tumbas, palenques, atalayas, plazas ceremoniales, instrumentos musicales, viviendas, etc.391 La guadua fue, a no dudarlo, la principal madera de las tribus agrupadas bajo el genérico nombre de los quimbaya. Debió ser una bendición para unos grupos étnicos que aún empleaban instrumentos líticos, tropezar con una especie vegetal con las características y posibilidades de la guadua.
En el caso de la construcción de las edificaciones y de su organización territorial, las crónicas tienen sus limitaciones, pero se puede tener una idea de lo ocurrido.

De acuerdo con Trimborn, el hecho de que los poblados predominaran en forma de aldeas y no de chozas dispersas se refleja con tal regularidad en las descripciones de los testigos oculares que hace innecesaria su demostración documentada.

Esos poblados, de cuya planta no se conocen detalles, los conformaban pequeñas viviendas, como en el caso de los quimbaya y paucura, o chozas relativamente grandes, para varias familias, como sucedió entre los pozos, pero siempre, de planta circular y techo cónico.  Las casas de los caciques pozo, según Cieza, eran edificios circulares, altos y grandes, y servían de morada a diez o quince habitantes.

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